Mirar de reojo

Exposición presencial

Una propuesta de experimentación lumínica que se nutre de la animación cuadro por cuadro y del teatro de sombras.

El término ‘mirar de reojo’, implica observar algo de manera disimulada, ya sea con interés, deseo o aversión.

Sin importar el motivo, esta no es una mirada desprejuiciada; no es claro hacia quién va dirigida; tiene un objetivo esquivo que invita a especular a quien que se descubra interpelado.

 

El placer y el riesgo de escupir al cielo

Si la obra me gusta demasiado, ni la miro, ya está mal.
Teresa Burga

Mirar de reojo’, implica observar algo de manera disimulada, ya sea con interés, deseo o aversión. Sin importar el motivo, esta no es una mirada desprejuiciada; no queda claro a quién va dirigida; tiene un objetivo esquivo que invita a especular a quien interpele.

Partiendo de esta premisa se puede pensar lo expuesto de manera literal: insultos sin destinatario, escupitajos al cielo, un perro corriendo tras su cola; acciones contraproducentes de un lado e inútiles por otro.

No pretendo ofrecer una lectura integral de mi propuesta, pero presumo que se puede entrever nuestro contexto cotidiano actual; poblado de incertidumbres, recelos y listas ocultas; donde quizás podamos vernos retratados

Deseo que la ráfaga de insultos, se disparen sin control, en toda dirección posible, hacia el espectador, hacia mí, hacia la obra misma, hacia todo posible actor del arte; con la ilusión de que siquiera por un instante nos digamos “¿quién?, ¿yo?, talvez”.

Han pasado ya varios años desde que Juan Javier Salazar me regalara un dibujo en el que narra su proyecto para crear el tercer piso para el Qorikancha; en la imagen un personaje destaca; mira al espectador, mientras con el polo levantado enseña su ombligo; desde allí emerge en espiral la frase “dejar de mirarse el ombligo”, en alusión al “ombligo del mundo”, supuesto significado de la palabra “Qosqo” y al ensimismamiento de la ciudad en su pasado. Sentí que ese personaje era un retrato que Juan Javier había hecho de mí. 

De igual manera, el perro que ahora vemos en interminable afán por alcanzar su cola soy yo; lo que considero el statement de mi trabajo artístico y también lo que creo es la actividad artística; un infinito afán por alcanzar algo esquivo.

Juan Salas Carreño

 

Agradecimientos: 

Alfredo Velarde, Antony Mendoza, Andrea Castro, Berenice Diaz, Carlos Risco, David Piaggio, Fernando Nureña, Gianine Tabja, Guillermo Salas, Héctor Chillitupa, Héctor Delgado, Isabel Guerrero, Jimena Guinea, Jorge Flores, Kenji Nakama, Luisa Fernanda Lindo, Luz María Bedoya, Mijail Mitrovic, Nancy La Rosa, Natalia Revilla, Sandra Serrano, Santiago Quintanilla, Valerie Velasco, Verónica Zela.

Fecha

Del 30 de marzo al 14 de mayo

Inauguración

30/03/2022 6:30 pm

Horario

De martes a sábado
de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.

JUAN SALAS CARREÑO

Nacido en Cusco, en 1982, Juan Salas Carreño es un artista visual que radica entre Lima y Cusco. Su trabajo se desplaza entre diversos medios como impresión digital, instalación, video instalación, escultura cinética, y propuestas site-specific. Su obra subraya la observación analítica de fenómenos inmersos en los campos de lo artístico y lo científico, y sus intereses giran en torno a la recursividad, la retroalimentación y los sistemas de bucles; demandando una posición reflexiva del espectador.

Cuenta con ocho exposiciones individuales, siendo las últimas Progresión geométrica (2015), Momento – lapso – espacio (2015) y A la sombra del sol (2016). Ha participado en eventos artísticos en Cusco, Arequipa, Trujillo, Lima, Bogotá, Buenos Aires, Santiago, Rotterdam y Madrid.

WEB: https://www.juansalascarreno.com/
Instagram: @juan.salas.c

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